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viernes, 6 de noviembre de 2020

El canon y la "buena" y "mala" literatura (reflexión)

Hoy, aprovechando que dispongo de esta pequeña ventana al mundo, me gustaría hacer una reflexión acerca de la escritura y la lectura, de cómo se entiende la literatura, de lo que se asocia con "buena" o "mala" literatura y de lo que merece la pena o no, según lo que se denomina canon.

CANON (según Google) es la vara de medir en el arte y la cultura, el modelo a seguir y todo aquello que la tradición estima como ejemplar y de buena calidad. En literatura, el canon es una lista breve y selectiva de lo que se llaman "obras clásicas".


Cuando yo iba al instituto me encantaba leer, pero leía libros del tipo de Crepúsculo, Delirium, Los Juegos del Hambre, novelas románticas de Lisa Kleypas, Nora Roberts y compañía, o algún libro más "sesudo" como las novelas de Carlos Ruiz Zafón. Como veis, con especial interés en la romántica y juvenil. Pero es normal, al fin y al cabo, era una adolescente / joven adulta. 

 

Lo que no comprendía era cómo los profesores nos obligaban a leer novelas de Carmen Martín Gaite, de Antonio Muñoz Molina, de Benito Pérez Galdós y un largo etc de autores que, por supuesto, son increíbles, pero cuyas obras no son del gusto de un chaval de 17 años del siglo XXI. 

En mi opinión, así no se fomenta el gusto por la lectura a esas edades.

Cuando empecé a escribir y a mostrar mis historias, ya por esa época, cada vez que alguien de mi familia (todos grandes lectores) leían algo mío, romántico, por supuesto, me decían: «está bien, pero es un poco infantil, ñoño, simple, básico, sin chicha…» 

Por supuesto, con estas críticas, yo metía mis relatos en una caja de zapatos negra y la dejaba en la parte baja de mi estantería para que criase polvo, que era lo mejor que podía hacer, visto lo visto. Y no me entendáis mal, esa caja sigue ahí porque, efectivamente, esos relatos son malos, aunque no por ser románticos, sino por una técnica muy muy verde, evidentemente, ¡era una cría!

Llegué a la universidad y dejé de mostrar mis escritos. Como tenía que estudiar muchísimo, solo escribía de vez en cuando algún breve relato que nunca enseñaba salvo, quizá, a mi mejor amiga de aquella época. 

Pasó el tiempo y comencé a leer obras más complejas: Orwell, Dumas, Ágata Christie, Rosa Montero, Stieg Larsson… empecé a leer más novela policíaca, unos temas más adultos, claro… Yo estaba creciendo. ¡Es lo normal!

Del mismo modo, mi escritura también maduró. Mis relatos se fueron haciendo más y más adultos, enfocaba los conflictos de formas distintas y generaba tramas más complejas, aún así a mí lo que me gustaba era escribir romántica y, por tanto, mi familia seguía opinando que mis historias eran simples porque hablaban de amor.

Esa era su forma de ver la literatura, lo que les han inculcado: las historias románticas son simples.

No son más que libros para jóvenes o para situaciones de relax como, por ejemplo, una lectura de playa o de piscina. ¡Y cuidado! Que ellos leen este tipo de obras, pero son conscientes de que leen libros malos, y ni siquiera se consideran a sí mismos lectores.

A día de hoy parece que una novela actual simplemente romántica nunca será digna de estar en la élite literaria, nunca se tomará lo bastante en serio, y, para mi familia, si yo sigo escribiendo este género, nunca conseguiré ser conocida y vender libros.

Pensaba que eso solo era la forma de verlo de mis allegados, pero entonces entré en el mundo literario online. Ahí me di cuenta de que había muchísima gente que era como yo, lectores y lectoras insaciables de novela romántica, fantástica, ligera, no tan ligera, new adult, juvenil, sagas, trilogías, erótica, paranormal…. Todos los géneros que a mí me encantaban y el tipo de libros que yo quería escribir. Pero también me percaté de que, desde las cumbres de la literatura, aquello se veía como un simple fenómeno fan, como la vertiente comercial del mundo editorial, pero nunca la "buena literatura"

Me quise rodear, pues, de esa gente que apreciaba lo que aprecio yo. Pero siempre he querido quitarme la espina, que alguien dijese que algo que yo escribía era bueno, bueno de verdad. Siempre me he preguntado si había alguien más que no comprendiese por qué, si algo vende, si algo gusta, si llega a tanta gente y les hace sentir, disfrutar y soñar… ¿Por qué no se considera bueno?

¿Por qué hay "entendidillos" que se vanaglorian de leer solo a grandes clásicos y menosprecian el trabajo de autores actuales, o más aún, de autores indie?

¿Por qué demonios se clasifica como buena la novela literaria, entendida como buena por sus temas complejos y su público exclusivo; y como mala la novela comercial, entendida como mala por tratar temas más populares y tener un público más amplio?

Simplemente, son DISTINTAS.

¿Por qué el canon literario es algo fijo con el que medir la calidad? ¿No debería avanzar con los tiempos, con las nuevas mentalidades, con los nuevos estilos de vida, nuevos vocabularios y expresiones, nuevos intereses y actitudes? Y esto no significa olvidar la tradición, sino ampliar esa selección que abarca la calidad.


Por eso, la verdad, no lo entiendo…

Yo lo único que sé es que, si las lecturas obligatorias en el instituto hubieran sido más comerciales (o más adecuadas a la edad) muchos más adolescentes se hubieran aficionado a la lectura.

Yo solo sé que hay novelas que son consideradas grandes obras, clásicos imperdibles y cumbre de la literatura que yo, lo siento, pero no puedo con ellas. Son un tostón.

¿Soy menos lectora o menos escritora por preferir la supuesta "mala" literatura?

Pues ale, que así sea. Yo me quedo disfrutando de mis historias básicas y escribiendo mis romances simples.

¿Vosotr@s, qué opináis?

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