¿Alguno de vosotr@s está pensando en escribir una novela o una compilación de relatos? ¿Queréis practicar habitualmente para mejorar tu escritura? ¿Necesitáis dedicar más tiempo a la tarea de escribir pero no sabéis cómo hacer para no decaer en vuestro propósito, y termináis abandonando una y otra vez?
¡No os preocupéis! Aquí te traigo unos CONSEJOS que pueden ayudaros a ser un escritor más constante y
prolífico.
Pero si necesitáis una ayuda más personalizada, siempre podéis contratar mi SERVICIO DE ORIENTACIÓN Y COACHING PERSONAL.
Pero si necesitáis una ayuda más personalizada, siempre podéis contratar mi SERVICIO DE ORIENTACIÓN Y COACHING PERSONAL.
No eres el único
Ante todo ten en cuenta que esto que
estás experimentando no es raro, nos pasa a todos, no solo a quienes
escribimos.
Hay mucha gente que tiene problemas para mantener una actividad constante, aunque le guste esa actividad.
Por ejemplo, hay escritores
profesionales que tienen problemas para mantener un ritmo más o
menos habitual en su escritura y como consecuencia retrasan sus
entregas. También hay a quienes les gusta el deporte y tienen
dificultades para asistir de forma periódica a entrenamientos o
realizar sus tablas de ejercicios de manera constante. Es parte de
nuestra esencia humana...
¿Cómo puedes mejorar en tu tarea de
escritor?
Conócete a ti mismo
Entiende por qué quieres escribir,
para qué quieres ser capaz de mantener un ritmo constante en tu
escritura y cuál es el objetivo final que quieres alcanzar.
¿Quieres terminar tu novela?
Estupendo, ¿por qué? Tal vez quieras presentarla a un concurso, o a
una editorial o tal vez autopublicarla. Es un buen objetivo.
¿Quieres escribir relatos? Genial,
¿por qué? Quizá lo que quieres es confeccionar una web de relatos
como tu carta de presentación para editoriales u otras webs. O puede
que quieras reunir tus relatos en un libro compilación, o quieras
presentarlos a concursos.
Escúchate a ti mismo/a, conoce tus razones para hacer lo que haces y una vez hayas descubierto tus motivos, podrás pasar al siguiente paso.
Establece pequeñas metas
Si sabes cual es tu objetivo final, y
sabes por qué lo deseas tanto, mi recomendación es NO ir
directamente a por él.
Si nos planteamos metas demasiado ambiciosas desde el principio lo más probable es que no las consigamos a la primera y, por tanto, la caída será peor, más dolorsa y desmotivante.
Lo que hay que hacer entonces es marcarnos pequeñas
metas. ¿Cómo?
Descubriremos qué pasos hay entre
nuestra situación actual y la situación deseada.
PROPUESTA:
Situación deseada (Objetivo final)=
Terminar de escribir mi novela.
Situación actual (Punto de inicio)= No
he escrito ni una sola palabra, sólo tengo algunas ideas en la
cabeza.
Posibles metas intermedias (objetivos a
medio plazo) divididos en sub-objetivos más pequeños y fáciles que
no cuesten demasiado tiempo.
Primer Objetivo= Definir elementos de
mi novela (trama, género, personajes, ambientación, narración
etc...)
1º) Desarrollar la idea que tengo en
mi cabeza: dedicar tiempo (por ejemplo, 1 hora al día) a perfilar
mis ideas hasta que tenga clara la esencia de la trama de mi novela y
su género.
2º) Crear los personajes: del mismo
modo que el paso anterior, debo pensar en cómo van a ser mis
personajes, dotarles de identidad y personalidad y pensar en su
historia propia.
3º) Decidir dónde va a transcurrir mi
historia y tener claro el espacio donde va a tener lugar (hay quienes
buscan fotografías, aprenden historia de un país, hacen planos y
mapas de edificios...)
Segundo Objetivo= ¡Manos a la obra!
Debo pensar en cómo, dónde y con qué
periodicidad escribiré mi novela.
1º) Quiero concluir el primer capítulo
en una semana.
2º) Quiero haber llegado al nudo de mi
historia en 3 meses.
3º) Quiero terminar el primer borrador
de la novela en 6 meses.
Lo que nos lleva al siguiente punto...
Planifica un horario y haz lo posible por cumplirlo.
Si te sirve, puede intentar tomarte tu tarea de escribir como un trabajo.
Puedes establecer una rutina, por
ejemplo, escribir cada mañana de 10 a 11. O quizá no te gustan los
compromisos horarios... Entonces ¿Qué tal ésto? Cada día, no
importa a qué hora, debo escribir 3000 palabras.
Esto sera un ejercicio de fuerza de
voluntad, pero todo el mundo puede hacerlo. Del mismo modo que
empezar una dieta requiere planificación, horarios y restricciones,
escribir una novela conlleva inevitablemente que debemos encontrar
tiempo para escribirla.
Entiendo, tal vez te sientas un poco
agobiado/a...
¡Ten paciencia!
Roma no se construyó en un día, ni
una novela se escribe en un rato.
Tienes que adecuar tus objetivos y por
tanto, tus horarios a tus circunstancias personales. Ya sé que he
propuesto que te tomes la tarea de escribir como un trabajo, pero
también es cierto que no vas a recibir un salario por ello... Al
menos de momento.
Si por razones de estudios o de trabajo
real no puedes permitirte escribir todos los días tal vez deberías
planificar un par de horas el fin de semana.
La velocidad de tu escritura no es
importante, recuerda la fábula: Al final la tortuga ganó a la
liebre.
Busca apoyos.
Igual que cuando nos proponemos hacer
ejercicio o nos embarcamos en la ardua tarea de hacer una dieta,
tener a otras personas apoyándonos es de gran ayuda.
Sírvete pues de esos amigos y
familiares que te quieren y estarán dispuestos a ayudarte, pídeles
opinión en tus avances, pídeles que te hagan más fácil el
cumplimiento de tus horario y planes y celebra con ellos tus logros.
¡Ah sí, se me olvidaba! Es importante que celebres cada pequeño logro que alcances.
¿Hoy has conseguido terminar el primer
capítulo? ¡¡Celébralo!! Date un capricho.
La motivación para escribir una novela
debe ser intrínseca, es decir, que proceda de nosotros mismos; pero
un premio externo puede ayudar, es capaz de hacer que nuestra
motivación se refuerce muchísimo.
Finalmente, si llegas a alguna parte de
tu proceso en que te estancas, no te desanimes.
Usa técnicas de desbloqueo y de fomento de la creatividad.
Propongo dos:
- Escritura sin sentido – dedica un rato (media hora por ejemplo) a escribir lo primero que te venga a la cabeza, aunque sea absurdo, aunque ni siquiera sea comprensible. Posiblemente lo descartes al completo, pero puede que en algún punto de tu verborrea incoherente encuentres algo interesante.
- Brainstorm – Utiliza una situación (puede ser novedosa o ser algo que esté sucendiendo en tu novela) y piensa en todas las consecuciones finales o resoluciones de esa situación. Todo lo que se te ocurra que podría pasar. Puede ser mucho más productivo si lo haces con algún amigo o familiar, pero también puedes hacerlo solo/a.
Ejemplo:
Dos niños están jugando en el campo, uno se cae y se hiere. El otro va a buscar ayuda. ¿Qué puede pasar?a) El niño que ha ido a buscar ayuda regresa con su padre que recoge al herido, lo lleva al hospital y ambos reciben la peor regañina de su vida.b) El niño herido es recogido por un platillo volante que lo cura y lo devuelve a la tierra, a partir de entonces será conocido como el niño raro que habla de extraterrestres.c) El niño herido es mordido por un animal extraño mientras está inconsciente, se transforma en zombie e inicia la pandemia a escala mundial que termina con la raza humana.
Como podréis comprobar, en una
brainstorm todo vale. Y es probable que algo finalmente active tu
creatividad, ayudándote a superar tu bloqueo.
Espero que esta serie de consejos os
hayan sido útiles para alcanzar lo que sea que os propongáis en la
vida.
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